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Poetry and Short Prose by Gabriela Marie Milton 2019 Author of the Year at Spillwords Press and Author of Passions: Love Poems and Other Writings
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Let's Discuss Cricket
Marc J. Mellado
WHEREVER YOU GO, GO WITH ALL YOUR HEART.
Blog1957
Storytelling, short stories, fable, folk tales,...
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Today's generation is financially illiterate, so I am going to attempt to change that one person at a time.
o que é a vida senão um conjunto de pequenas histórias?
Esse é um pedaço do meu mundinho que abro a todos que quiserem compartilhar experiências, visões de vida, felicidades e tristezas, amores e amizades, enfim, tudo aquilo que o coração mandar falar. Aqui você vai encontrar amor e um pouco mais ♡
impresii de călătorie, artă, cultură, spiritualitate, gastronomie, vinuri
An opinionated girl penning down her thoughts.🌸❤
amArgine come sempre
Contos, pensamentos e cronicontos
Talking to myself through poetry
Narrativa, análisis literarios y lectura profesional
Society
Silver Birch was a spirit guide who spoke through Maurice Barbanell (1902-1981), founder and editor of the Psychic News of London , England
The more I explore, the more I know. The more I know, the more I realise I don't know.
Bringing Stories to Life
Mensen maken de samenleving en nemen daarin een positie in. Deze website geeft toegang tot een diversiteit aan artikelen die gaan over 'samenleven', belicht vanuit verschillende perspectieven. De artikelen hebben gemeen dat er gezocht wordt naar wat 'mensen bindt, in plaats van wat hen scheidt'.
living, loving, learning, leaving a legacy
picturi, schite, desene, idei semnate Adelina Maries
Architecture & everything around it.
Describir la tragicomedia de la vida y comparaciones.
Writing stories & poetry about Hope, Love & Freedom to feel free.
Att vara annorlunda/att inte passa in i samhällets ramar
Lugar de encuentro para aficionados a la literatura.
. HAY UNA PUERTA QUE NOS EMPUJA AL SILECIO Y UNA ROSA QUE QUIERE COMERSE SUS ESPINAS🌹
Actitud positiva en mi contenido. No olvides que la prioridad eres tu.
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Un golpe de letras para volarnos la cabeza...
Barcelona's Multiverse | Art | Culture | Science
Good bye
Amanece un nuevo dia
Escritos
Until I know this sure uncertainty, I'll entertain the offered fallacy.
Desde mi corazón... esta soy yo
Illustration, Concept Art & Comics/Manga
El tiempo… ¡cuántas cosas se podrían decir sobre él! Sin meterme en muchas honduras, podría decirse desde que es relativo hasta que no existe. Pero en fin, eso ya se lo dejo a los físicos y a los filósofos. Habrá otras ocasiones para hablar sobre el tiempo. Ahora que se acerca la fecha de mi cumpleaños, resulta prácticamente irresistible para mí volver mi mente a alguna reflexión sobre el tiempo, desde mi formación científica y religiosa. Me vienen a mi mente las palabras del Salmo 90, que repite San Pedro en su Segunda Epístola: “No ignoréis esto: Para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día” (2 Pe 3, 8)… Tal vez el tiempo sea más flexible de lo que nosotros creamos, y estemos deseando que así sea; al menos, es ése mi caso. Siempre he elucubrado con la posibilidad de viajar en el tiempo, sobre todo al pasado, para enmendar mis errores, cuestión que parece ser que, según la física, es lo difícil, pues según la física clásica, incluyendo a la relatividad especial, y dejando fuera a la relatividad general y a la cuántica, el viaje al pasado es imposible. Muchos dicen que el viaje al pasado no debería de estar permitido, porque entonces no tendrían valor nuestras decisiones ni nuestros compromisos, ya que podrían siempre ser desechos. Mas es esta una exigencia de la moral a la física, la cual, como decía acertadamente Schrödinger, es “la más humilde de las ciencias” (Mente y Materia) y, en palabras del gran escritor de ciencia-ficción Stanisław Lem, autor, entre otras grandes novelas, de “Solaris” (Varsovia, 1961), el Universo no entiende de nuestras razones ni de nuestra moral. Se trata, en definitiva, de una exigencia sin base científica basada en la falacia del llamado en física “principio antrópico”, el cual, según Stephen Hawkings, trata de explicar todos los fenómenos del Universo a partir del hecho de que nosotros, seres pensantes, estamos en él (cfr. “A Brief History of Time, Bantam, US, CA, 1988”).
Sin duda el pensamiento de Steve Jobs da muestras de una gran sabiduría, sobre todo ante la inminencia de la muerte, al estilo de los antiguos clásicos que -permítaseme la licencia- nunca mueren, al estilo del famoso “carpe diem” romano. Y Steve Jobs nos urge a aprovechar nuestro tiempo, no “el tiempo” en abstracto, como el único escenario en el que, salvo prueba científica en contrario, se desarrolla la experiencia de nuestra vida, con sus aciertos y sus errores, y, en palabras de Stephen Hawkings, con “flecha única”, es decir, sin posibilidad de echar marcha atrás. De ahí la exigencia de sinceridad y verdad en nuestro vivir, pues de lo contrario, estaríamos viviendo la vida de otro. Y nuestra vida -al menos en esta tierra y en el estado en el que la conocemos, e incluso si tenemos presentes las consecuencias que lo que en ella hagamos puedan tener en nuestra vida futura, la vida eterna-, sólo se vive una vez. Dios quiera que este nuestro vivir temporal sea un vivir para Él, haciendo lo que le agrada y evitando lo que le desagrada, para que, una vez muertos a esta vida temporal, podamos alcanzar la vida nueva en plenitud, en una dimensión que no comprende la razón, es decir, la vida eterna con Dios, en Dios y para Dios. Fdo.: Pablo Guérez Tricarico, PhD.
Reblogueó esto en De la victimización al "blaming the victim" en el mundo capitalista actualy comentado:
El tiempo… El tiempo siempre es una magnitud limitada, desde el momento en que es medible y produce cambios cuantitativos y cualitativos en nuestras vidas; el más relevante, el envejecimiento, de acuerdo con el segundo principio de la termodinámica. ¡Cuántas cosas se podrían decir sobre el Tiempo! Sin meterme en muchas honduras, podría decirse desde que es relativo hasta que no existe. Pero en fin, eso ya se lo dejo a los físicos y a los filósofos. Habrá otras ocasiones para hablar sobre el tiempo. Ahora que se acerca la fecha de mi cumpleaños, resulta prácticamente irresistible para mí volver mi mente a alguna reflexión sobre el tiempo, desde mi formación científica y religiosa. Me vienen a mi mente las palabras del Salmo 90, que repite San Pedro en su Segunda Epístola: “No ignoréis esto: Para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día” (2 Pe 3, 8)… Tal vez el tiempo sea más flexible de lo que nosotros creamos, y estemos deseando que así sea; al menos, es ése mi caso. Siempre he elucubrado con la posibilidad de viajar en el tiempo, sobre todo al pasado, para enmendar mis errores, cuestión que parece ser que, según la física, es lo difícil, pues según la física clásica, incluyendo a la relatividad especial, y dejando fuera a la relatividad general y a la cuántica, el viaje al pasado es imposible. Muchos dicen que el viaje al pasado no debería de estar permitido, porque entonces no tendrían valor nuestras decisiones ni nuestros compromisos, ya que podrían siempre ser desechos. Mas es esta una exigencia de la moral a la física, la cual, como decía acertadamente Schrödinger, es “la más humilde de las ciencias” (Mente y Materia) y, en palabras del gran escritor de ciencia-ficción Stanisław Lem, autor, entre otras grandes novelas, de “Solaris” (Varsovia, 1961), el Universo no entiende de nuestras razones ni de nuestra moral. Se trata, en definitiva, de una exigencia sin base científica basada en la falacia del llamado en física “principio antrópico”, el cual, según Stephen Hawkings, trata de explicar todos los fenómenos del Universo a partir del hecho de que nosotros, seres pensantes, estamos en él (cfr. “A Brief History of Time, Bantam, US, CA, 1988”).
Sin duda el pensamiento de Steve Jobs da muestras de una gran sabiduría, sobre todo ante la inminencia de la muerte, al estilo de los antiguos clásicos que -permítaseme la licencia- nunca mueren, al estilo del famoso “carpe diem” romano. Y Steve Jobs nos urge a aprovechar nuestro tiempo, no “el tiempo” en abstracto, como el único escenario en el que, salvo prueba científica en contrario, se desarrolla la experiencia de nuestra vida, con sus aciertos y sus errores, y, en palabras de Stephen Hawkings, con “flecha única”, es decir, sin posibilidad de echar marcha atrás. De ahí la exigencia de sinceridad, de autenticidad y de verdad en nuestro vivir, sin importar el “qué dirán”, pues de lo contrario, estaríamos viviendo la vida de otro. Y nuestra vida -al menos en esta tierra y en el estado en el que la conocemos, e incluso si tenemos presentes las consecuencias que lo que en ella hagamos puedan tener en nuestra vida futura, la vida eterna-, sólo se vive una vez. Dios quiera que este nuestro vivir temporal sea un vivir para Él, haciendo lo que le agrada y evitando lo que le desagrada, para que, una vez muertos a esta vida temporal, podamos alcanzar la vida nueva en plenitud, en una dimensión que no comprende la razón, es decir, la vida eterna con Dios, en Dios y para Dios. Fdo.: Pablo Guérez Tricarico, PhD.
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